miércoles, 6 de abril de 2011




“Y muero porque no muero…! ¡Eterno placer

amargo éste del amor! ¡Perpetuo deseo de poseer

tu alma, y perpetua lejanía de tu alma! ¡Siempre

seremos tú y yo; siempre, a pesar de que mis ojos

miren de muy cerca a tus ojos, habrá un espacio

en donde cada uno se forme una imagen
mentirosa del otro…¿Cómo es posible entender
lo que sientes al oír aquella música, si mi alma es
distinta de la tuya? ¡Egoísmo amargo éste del
amante: Querer ser uno donde hay dos; querer
luchar con el espacio, con el tiempo y con el
límite!”

No hay comentarios:

Publicar un comentario